El día sigue a la noche
y la noche sigue al día,
y pa' que cambie queremos
un alcalde progresista.

Sabia productividad,
bienvenida al mundo seas
si vienes no a producirnos
más dolores de cabeza.

No rechazo yo las modas,
no rechazo yo el progreso,
pero me inquietan su rumbo,
su tiranía y su estruendo.

Viendo ombligos, viendo greñas,
viendo mugre, viendo harapos
me temo yo que al progreso
le sobra o le falta algo.

Se adocenan los señores,
se adocenan los truhanes,
bien adocenados todos
no habrá dios que nos aguante.

Razón tenía el granuja
que se decía "letrado"
pues lo era por mil letras
que no pagó en veinte años.

Está muy bien que el progreso
nos traiga cosechadora,
pero no que se nos lleve
de los trigales las coplas.

Cambiar mulas y guitarras
par motos y transistores
nos hace en algo más ricos,
nos hace en algo más pobres.

Lo que nunca ha de ser viejo
compagino con lo actual,
pues mi tractor silenciado
suelto al punto mi cantar.

La tortilla de patatas
en estos felices tiempos
pronto se preparará
sin patatas y sin huevos.

Le ensalzo siempre a mi burro
esta prisa tan de moda,
y él me contesta moviendo
de lado a lado su cola.

Tal vez entreviendo a dónde
este mundo se encamina
será por lo que a mi burro
no le entusiasma la prisa.

Va a haber sopas de petróleo
y excursiones a la luna
¡pero se intriga y se miente
y se corrompe y se empuja!

Llegaron ya a nuestras fiestas
las delicias del progreso:
cuando ayer se le invitaba...
¡¡hoy se esquilma al forastero!!