Saludemos al gobierno
con ánimo esperanzado
pensando que lo mejor
lo tenemos ya pasado.

Si vas un día a Madrid
pregunta por los dolores
que a cualquier españolito
hacerse oír le supone.

Si no en el riesgo, y aún,
ser torero o ser ministro
en este bravo país
resulta no tan distinto.

Para ser buen español
hay que esperar del gobierno
que "pedrique" mucho más
y trigo dé mucho menos.

Si aspiras a ser ministro
serás antes, y después,
no muy listo, no muy tonto,
ni muy fiel ni muy infiel.

Dos veces por el tejado
comenzó su casa un listo,
si de listo ejerce asina
pronto nos lo harán ministro.

Ministro el de Agricultura
de visita en el lugar
nos lo halló abundoso en habas...
al ver un algarrobal.

"Padezcan" los malandrines
en regias cárcel-palacios
y paguen, paguen y paguen
los españoles honrados.

En este santo país
el deber de trabajar
si lo cumplimos mal siempre...
¡pa' qué habemos de cambiar!

Cualesquiera los que manden
en tan "diferente" España
si no arrimamos el hombro
está la pobre apañada.

España nombre de antaño,
hogaño Estado español
y Broncolandia mañana
como no enmendemos hoy.

Un hijo tiene en Aduanas,
dos en el Ayuntamiento,
tres hijas en Sindicatos...
¡y a vivir todos del cuento!

Un hijo tengo minero
y otro conmigo en la mina,
que hay que arrancar y arrancar
porque los del cuento vivan.

En este país de tunos,
que quizá sí es diferente,
unos como pueden viven
y otros viven como pueden.