III - Años mozos (después de la mili)

 
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Tienes ya dieciséis años,
ya has dejado de ser niña,
que te suba así tu madre
que yo ya te espero arriba.

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De san Antonio bendito
habré de esperar un novio
que quiera casarse mucho
y quiera mandarme poco.

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Tengo un campo y una viña,
tú tienes un olivar;
con pan y vino y aceite
¡para qué más esperar!

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Marchó a la guerra mi amor,
mi hermano poco después,
sin el uno y sin el otro
sola y triste me quedé.

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Si la luna en tu ventana
planta la flor del olvido
no podrá alcanzarte novio
ni san Antonio bendito.

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Por fin, bruja de mi alma,
he conseguido olvidarte,
me lo repito al dormirme
y de nuevo al despertarme.

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Ya puedes ya llevar flores
al bendito san Antonio
pues mal podrá un mozo hablarte
si no te callas tú un poco.

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De cien leguas he venido
para saber con verdad
si eres guapa cuanto dicen
y si te quieres casar.

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A san Antonio bendito
no hay moza que no le pida
que le alcance novio al fin
¡¡aunque sea el de una amiga!!