XXIV - Descansen en paz... los otros

 
  343
 

La hornera se quedó viuda
al morírsele el marido,
si no se le hubiera muerto
nunca viuda hubiera sido.

  344
 

¡Caigan penas sobre mí
y a ti no te caiga una!
¡mejor yo diez veces viudo
que una sola vez tú viuda!

  345
 

¿Viudas tu madre y tu abuela
y viudas tus dos hermanas?...
¡muérase, si quiere, otro
porque yo no tengo ganas!

  346
 

Desde que te supe viuda
me rebulle en el tozuelo
que si llegas a aceptarme
¡ahora yo estaría muerto!

  347
 

Viudos hay tan desolados
que parece hasta mentira
que no vuelvan a casarse...
¡en lo menos quince dias!

  348
 

Un vecino tengo viudo
que todas las noches sale,
a dónde el cuitado va
una viuda se lo sabe.

  349
 

Viudo de terceras nupcias
que vuelve a matrimoniar
debe estar muy barrenado...
o muy sordo debe estar.

  350
 

Un gran protector de viudas
viene el sacristán a ser
pues en menos de seis años
se ha casado ya con tres.

  351
 

Las viuditas con hacienda
y además con otras gracias
tardan en dejar de serlo
cuarenta largas semanas.

  352
 

Las hay viudas de buen ver
a su difunto tan fieles
que tardan en olvidarlo...
¡hasta nueve eternos meses!

  353
 

Soltero no muy "rodado"
y viuda con espolones
pueden ir hasta mejor
que el tinto a los caracoles.